Noticias

21 MAY
100 AÑOS DE FE, HISTORIA Y HERMANDAD: UN LEGADO QUE NOS UNE.

100 AÑOS DE FE, HISTORIA Y HERMANDAD: UN LEGADO QUE NOS UNE.

Hay momentos que no se olvidan, instantes que se convierten en parte del alma de una hermandad y que quedan grabados para siempre en la memoria de quienes los han vivido. Hace apenas una semana celebrábamos Cien años de historia, de esfuerzo y devoción, de generaciones que han entregado lo mejor de sí mismas para construir y engrandecer nuestra cofradía.

Cien años de fe, de sacrificio, de amor incondicional a nuestros sagrados titulares. Un camino que comenzó con aquellos primeros hermanos que soñaron con esta hermandad y que, sin saberlo, pusieron la primera piedra de lo que hoy es un legado inmenso. A todos ellos, a quienes nos precedieron y ya no están entre nosotros, a quienes han pasado por nuestras filas y han escrito cada página de nuestra historia, es el momento de rendirles homenaje. Gracias por cada gesto, por cada esfuerzo, por cada oración. Sin vosotros, nada de esto habría sido posible. 

La procesión extraordinaria que hemos vivido recientemente, ha sido el reflejo más puro de nuestra hermandad: fe convertida en emoción, devoción hecha compromiso, y esfuerzo transformado en belleza. No hay palabras suficientes para agradecer a quienes han trabajado incansablemente para que este día haya sido inolvidable. Cada costalero, cada hermano que ha participado en el cortejo, cada músico, cada devoto que ha formado parte de esta celebración ha sido pieza clave en este momento histórico. Gracias por vuestra dedicación, por vuestro amor, por hacer grande nuestra hermandad.

Expresar un agradecimiento especial a mi Junta de Gobierno y Comisión del Centenario, cuya dedicación y compromiso han sido fundamentales para que todo haya funcionado con precisión y armonía. Cada decisión tomada, cada esfuerzo realizado, cada problema resuelto con determinación ha sido clave para que esta celebración centenaria brille con toda su grandeza. Sin vuestro trabajo, sin vuestra entrega y sin vuestra vocación de servicio a la hermandad, este sueño no habría sido posible. Gracias por estar siempre al frente, por liderar con responsabilidad y por llevar el espíritu de nuestra hermandad en cada acción.

Pero también quiero expresar mi más sincero reconocimiento a quienes han convertido nuestro barrio en un escenario de fe y alegría. A todas las personas que, con su esfuerzo y cariño, han engalanado nuestras calles para recibir la procesión, creando un ambiente que reflejaba el orgullo y la devoción de nuestra comunidad, mi más profundo agradecimiento. Cada detalle, cada adorno, cada esfuerzo puesto en embellecer nuestro recorrido ha sido un acto de amor hacia nuestros titulares, y ha hecho que este centenario luzca con toda la grandeza que merece.

Mención especial merece nuestro director espiritual, D. Antonio Jesús Jaén Rojas, quien ha estado a disposición de nuestra hermandad desde el primer momento, guiándonos con su consejo y su apoyo en cada paso. Su cercanía ha sido un pilar fundamental en nuestro caminar y su compromiso nos ha permitido vivir este aniversario con toda su esencia espiritual. Gracias por ser un faro de luz en nuestra hermandad. 

No podemos olvidar tampoco a los párrocos y predicadores que, a lo largo de estos cien años, han sabido acercarnos aún más a nuestros sagrados titulares. Sus palabras han resonado en nuestros corazones, han avivado nuestra fe y han hecho que el sentimiento de hermandad se fortalezca con cada reflexión compartida. A ellos, mi más sincero reconocimiento.

Por último, quiero expresar nuestro más profundo agradecimiento a la Delegación Diocesana, con el Sr. Obispo, D. José Rico Pavés al frente, por su respaldo y cercanía. Su apoyo ha sido clave para que nuestra hermandad siga creciendo y fortaleciendo los lazos entre nuestra comunidad y la Iglesia. Gracias por acompañarnos en este camino, por ayudarnos a construir con fe y por estar siempre presentes en nuestra historia.

Un siglo ha pasado, y al mirar atrás, vemos un recorrido lleno de amor y entrega. Pero esto no es un punto final. Es solo el comienzo de una nueva etapa. Nos corresponde a nosotros seguir escribiendo las próximas páginas con la misma devoción y compromiso, honrando el legado que nos ha sido entregado y construyendo el futuro con el mismo fervor de siempre.

Que nuestros titulares sigan iluminando nuestro camino. Que este centenario sea el impulso para continuar con renovada fuerza y compromiso. Que la historia continúe, y que nunca se apague la llama de nuestra hermandad.

Gracias a todos. Gracias por ser parte de este sueño centenario.

Leónides Molero Prieto.

Hermano Mayor.

Fotografía: Francisco Manuel Pozo Ubreva

 

Por Hermandad|Área Secretaría|0 Comentarios|

Commentarios (0)

Deja un Comentario