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23 OCT
SANLÚCAR, 23 DE OCTUBRE: UN SUSPIRO DE EMOCIÓN Y MEMORIA.

SANLÚCAR, 23 DE OCTUBRE: UN SUSPIRO DE EMOCIÓN Y MEMORIA.

Hoy, Sanlúcar despierta envuelta en un suspiro que mezcla emoción y memoria. Porque un día como hoy, hace 98 años, nuestra ciudad recibió a la Santísima Virgen de la Esperanza, según consta en el acta nº 27 del libro primero de nuestra hermandad. Aquella imagen, obra del escultor valenciano Pío Mollar, no solo llegó físicamente: se instaló en el alma de su pueblo.

 

Aquel 23 de octubre no fue simplemente la llegada de una talla sagrada. Fue el inicio de una historia profunda de fe, devoción y fervor popular. Una historia tejida entre una Madre y su gente, que desde entonces no ha dejado de crecer.

 

Desde su altar en la parroquia de San Nicolás, la Virgen nos contempla con ternura. Su mirada ha sido fuente de vida, ilusión y consuelo para generaciones enteras: jóvenes, niños y mayores han sentido su presencia como bálsamo y guía.

 

Noventa y ocho años después, su presencia sigue latiendo con fuerza. Porque la Virgen de la Esperanza no vive solo en su altar: vive en las calles, en los corazones, en cada rincón de Sanlúcar. Su nombre se pronuncia con cariño en cada oración, en cada saeta, en cada balcón engalanado cuando Ella pasa. Vive en el silencio devoto de quien le reza en voz baja por las calles de su Barrio, y en los pañuelos benditos que sostienen las manos de quienes atraviesan momentos difíciles.

 

Hoy, Sanlúcar recuerda casi un siglo de historia compartida. De promesas cumplidas, de lágrimas que se transforman en fuerza, de corazones que laten al compás de su nombre. Porque Ella, la Virgen de la Esperanza Coronada, no solo llegó hace 98 años… se quedó para siempre.

Se quedó en el alma de su gente, en la fe de sus hijos, en el murmullo del mar que la acompaña tras su verde manto cada Jueves Santo.

 

Gracias, Madre, por quedarte entre nosotros, por bendecir nuestra vida y nuestros días., por ser la Esperanza que nunca nos falta.

 

No te vayas nunca, Madre… que jamás nos falte tu Esperanza.

Por Hermandad|Área Secretaría|0 Comentarios|

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